La etiqueta energética es una herramienta informativa muy útil que nos indica la cantidad de energía que consume un electrodoméstico y la eficiencia con que utiliza esa energía, además de otros datos complementarios del aparato.
De esta manera, los usuarios podemos valorar y comparar en el mismo momento de la compra el rendimiento energético de los distintos modelos de un mismo tipo de electrodoméstico. Las comparaciones sólo se pueden hacer entre electrodomésticos del mismo tipo : por ejemplo, no es comparable el consumo eléctrico de una lavadora de clase A con el de un lavavajillas de la misma clase, pero sí con el de otra lavadora de clase C.
La etiqueta tiene que estar siempre visible en el aparato expuesto . En los casos de ventas por catálogo, internet o cualquier otro medio donde el consumidor no pueda ver los aparatos personalmente también se tienen que incluir las prestaciones energéticas descritas en la etiqueta.
Los electrodomésticos que, según la normativa comunitaria, deben llevar obligatoriamente etiqueta energética son los siguientes:
- Frigoríficos, congeladores y aparatos combinados
- Lavadoras, secadoras y lava-secadoras
- Lavavajillas
- Fuentes de luz
- Aparatos de aire acondicionado
- Hornos eléctricos
- Calentadores de agua y otros aparatos que almacenen agua caliente
Clase energética | Consumo de energía* | Nivel de consumo de energía |
A++ A | < 30% 30-42% | Muy bajo |
A B C | 42-55% 55-75% 75-90% | Bajo |
D E | 90-100% 100-110% | Medio |
F G | 110-125% > 125% | Alto |
* respecto a un aparato de clase D. |
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